La contaminación acústica del hombre pone en peligro la fauna marina

La fauna marina sufre las consecuencias de la mano del hombre y el ruido de las actividades humanas en el mar no solo estresa, sino que lesiona, desorienta e impide que especies marinas se comuniquen.

Así por ejemplo, las exploraciones petrolíferas, de gas y mineras generan un ruido que provoca lesiones auditivas y cerebrales en los mamíferos marinos. Además, las perforaciones estresan y encubren el sonido de los posibles depredadores y las presas reaccionan con más lentitud y retrasan su huida, poniendo en riesgo su existencia.

También la frecuencia del ruido que generan los barcos, entre los 20 y 300 Hz, coincide con la de muchos mamíferos marinos, lo que les confunde, porque no llegan a percatarse de los sonidos naturales, según señala el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW). Las consecuencias son graves, ya que no logran comunicarse de forma eficiente con los suyos, les afecta en su navegación y la búsqueda de alimento.

Por otro lado, el sonar de las embarcaciones militares para detectar submarinos tienen tal potencia que espantan a especies marinas hasta el punto que encallan en la costa. Su magnitud es equivalente a la de una persona que estuviera a tan solo un metro del despegue de un reactor sin protección auditiva.

Ballenas varadas a causa de maniobras militares

Recordemos en 2002 cuando en las islas Canarias una docena de ballenas dentadas murieron varadas y con los oídos reventados por culpa de unas maniobras militares.

Si tenemos en cuenta una publicación de Nature Education, de la editorial científica Scitable que menciona que desde los años 60 el tráfico comercial marino se ha duplicado en el planeta y el ruido se ha multiplicado por 16 en la costa californiana, las consecuencias son devastadoras.

Las empresas de energías renovables con parqués eólicos marinos deben mejorar asimismo su tecnología, si quieren mitigar los daños, pues el ruido de las palas también afecta a la fauna marina. Si las empresas redujeran las velocidad de las hélices, disminuiría el ruido generado.