
El tráfico de nuestras ciudades va en aumento, las emisiones de dióxido carbono no cesan de subir y mientras tanto seguimos viendo que el todoterreno urbano es el favorito del mercado pese al mayor consumo de combustible.
La ironía de la situación deja entrever que la comodidad del conductor está por delante del criterio económico o ecológico. Con este tipo de preferencias por parte del consumidor medio a favor del 4×4, hace todavía más difícil el posicionamiento del coche eléctrico en el mercado.
Sólo hay que echar un vistazo a los últimos datos de la Asociación de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam). Según la asociación, durante el 2011 hasta septiembre, se han matriculado 197 coches eléctricos frente a los 12.000 que esperaba el Plan de Acción de Vehículo Eléctrico para el cierre de este año. ¿Cómo han podido contar con unas previsiones tan lejos de la realidad?. No será por culpa de la crisis ahora.

El coche eléctrico no ha conseguido la madurez para que se venda en masa. Dispone de dos grandes barreras: la falta de autonomía y su precio de compra. No será porque no ha habido tiempo suficiente para investigarlo, ya que el coche eléctrico se inventó en Francia a mediados del siglo XIX. Su mayor éxito se alcanzó en la primera década del siglo XX. Sin embargo, pronto la demanda del automóvil eléctrico empezó a descender. Con el descubrimiento del poder de los hidrocarburos, Ford empezó a producir automóviles en cadena de montaje y el coche eléctrico se quedó en el olvido hasta la crisis petrolera de los años setenta. En estos años, se vendieron 4.000 unidades, pero pasó la crisis y el automóvil eléctrico desapareció.
En la actualidad, se investiga el origen de la electricidad que necesita esta clase de vehículo. La energía eléctrica procede del hidrógeno, pero de dónde se extrae: del bioetanol o de virutas aluminio en combinación con agua. Estos recursos son factibles, pero ahora una de las grandes incógnitas que surgen entre los investigadores del sector es que con la tecnología de hoy, el coche eléctrico no se podría producir en masa.

La razón principal yace en que el automóvil eléctrico necesita como catalizador el platino, que es un metal costoso y escaso en la naturaleza, insuficiente para satisfacer la demanda de todos. Por tanto, sin saber cuándo, debemos esperar a mejores avances tecnológicos más revolucionarios, apostar mientras tanto por el coche híbrido y quizá lleguemos a tener un día un 4×4 eléctrico.
Datos de interés
- Un motor de gasolina emite 2,3 kg de CO2 por cada litro de gasolina quemado.
- Un motor diésel 2,6 kg de CO2 por cada litro de gasóleo.
No tenía ni idea del metal precioso utilizado en la construcción de este tipo de automóvil, pero si así es, yo me pregunto,cómo no han robado aún alguno de los autobuses eléctricos que circulan por la comunidad?.Imagino que para los profesionales del robo, no sería dificil parar estos autobuses y simplemente, llevárselos………
No será que los beneficios económicos de estos automóviles son mucho, muchísimo menos que los que producen los coches que tradicionalmente se fabrican en España.
Si a los gobiernos de verdad les hubiera interesado suprimir uno de los grandes contaminantes de las ciudades, quizá, y digo, quizá, hubieran incentivado desde hace muchos años la venta de vehículos que utilizan gas, como ocurre en países en vías de desarrollo, menciono el caso de Perú.
Me imagino que la conciencia por un aire más limpio no ha se ha tomado en serio ni por los gobernantes ni por otros grupos como las petroleras o el sector automovilístico. Para crear un modelo de automóvil se requieren años de investigación que después se trata de amortizar con una salida en el mercado lo más prolongada posible. Además, desde un punto de vista más individual, con la tecnología del vehículo eléctrico actual, sería en muchos casos necesario tener un coche tradicional para viajes largos y uno eléctrico para la ciudad, sin olvidar que un coche eléctrico puede costar tres veces más que su equivalente tradicional. Pese a que el coche eléctrico no ha tenido el éxito deseado hasta ahora, tengo que decir que la moto eléctrica sí que ha convencido a mucha gente. En este año se han vendido casi 1.000 motos eléctricas, pero claro su precio es muy parecido al de una moto normal y consume como horno eléctrico.
Me pregunto si se aumenta la flota de vehículos eléctricos habrá que generar mas energía eléctrica debido a la demanda de los mismos, ¿como la generamos?.
ADIF ya ha lanzado un prototipo de «ferrolineras». Aprovechando el frenado de los trenes, la empresa ha conseguido generar electricidad para recargar vehículos eléctricos. Ya hablan de que este invento lo repartirán en 1.500 estaciones. Otra forma de generar electricidad será a través de estaciones solares.
Os centrais solo en los eléctricos, pero no os olvidéis de la posibilidad de los vehículos que se mueven con gas, mucho, muchísimo menos contaminantes.
El gas natural procede de hidrocarburos y contamina tanto en su producción, transporte, como en su consumo. En su composición tiene gran cantidad de metano que produce un efecto invernadero peor que el CO2. Sobre la electricidad, habría que analizar de dónde procede.
Creo que de momento el coche eléctrico no desbancará al 4×4. No se trata del mismo tipo de vehículo y por supuesto, no tienen la misma funcionalidad, ni la misma capacidad, ni las mismas prestaciones…
La comparación entre un 4×4 y un utilitario eléctrico medio no es acertada, no estamos comparando lo mismo. Si queremos poner como ejemplo un 4×4, deberíamos compararlo con otro 4×4 eléctrico (híbrido) con características similares. En este caso la comparación son 30.000€ (precio medio de todo terreno / SUV) con 60.000€ (precio de todo terreno híbrido). También el coste de los coches convencionales comparados con sus primos los eléctricos podemos estar hablando de una diferencia de unos 10.000€ aproximadamente entre los dos vehículos. Si calculamos la de kms. que podemos recorrer con estas diferencias de precio directamente descartamos la opción eléctrica.
Otro inconveniente añadido son las baterías, ocupan tanto espacio que un coche mediano se convierte en uno pequeño en capacidad de carga, el maletero queda considerablemente mermado.
Otra cuestión: ¿Alguien conoce algún sitio para repostar este tipo de automóviles? Yo la verdad no. Tienen que ser pocos o de particulares. No me imagino el momento de plantear esto en una reunión de vecinos (asunto: Instalación de cargadores de baterías) donde todos sabemos lo difícil que es ponerse de acuerdo.
Gracias por apuntar las barreras claves con ese sentido pragmático que valoramos todos los conductores.
El otro día estuve en un centro comercial llamado «Zielo» en Pozuelo y existían plazas exclusivas para coches eléctricos, parecidas a las de minusválidos. Curioso, verdad!!!
Un apunte interesante. Si el centro comercial ya dispone de esas plazas, debe tener la visión de que llegará el momento que circularán más coches eléctricos de los que esperamos ahora.