
Las luces navideñas embellecen nuestras calles, pero en la sombra los desechos aumentan alrededor de un 30 por ciento y los contenedores no dan abasto con tanto residuo.
El Ayuntamiento hace lo que puede reforzando el servicio de recogidas de basuras durante estas fechas, pero nosotros deberíamos hacer un esfuerzo mayor para reducir, reutilizar y reciclar los desechos que producimos en estas fiestas.

De media se estima que el español produce más de un kilogramo de desperdicios diarios y cuando se acaban estas fechas los municipios observan un incremento de entre 20 y 30 por ciento en vidrio y papel.
Según datos del Eurostat de este año, España produce más basura y recicla menos que la Unión Europea. Cada español genera unos 547 kilos de basura anuales, 34 kilos más que el europeo medio. Además, mientras en Europa el 40 por ciento de la basura termina en el vertedero, en España la cifra se eleva al 52 por ciento.
Con estos datos, está claro que uno de los propósitos de este nuevo año podría ser contribuir a la preservación de medio ambiente desde nuestras casas, empezando por seleccionar correctamente los residuos navideños.

Ikea ya el año pasado nos daba algunos consejos sobre la selección de residuos. No estaría mal escucharlo como recordatorio, pues ante todo debemos festejar estas Navidades con un sentimiento más ecológico.
A esto ahora se suma que con la crisis, he visto a mucha más gente hurgando en los botes de basura, aumentando la suciedad en las calles. Sacan todo y lo dejan desperdigado. Una de las propuestas de las ciudades inteligentes (Smart Cities) es poner chips en los contenedores de basura que avisan cuando están llenos para que se puedan recoger. En Sevilla y en Málaga hay más concienciación respecto a este tema. Tienen los contenedores de basura bajo tierra y bien diferenciados para reciclar vidrio, orgánico y el resto de residuos. Eso sería ideal en Madrid, pero seguro que cuesta una pasta implementarlo. Pero cuánto ganaríamos en limpieza si la gente fuera más consciente del reciclaje y de que dejar basura tirada en la calle no solo es antiestético sino también un foco de enfermedades.
Gracias por tu observación, porque es muy cierto. Si ensuciáramos menos las calles por nuestra dejadez, no sería necesario tanto refuerzo municipal para recoger la basura que está desperdigada en las aceras.