Concluida la Cumbre Global de Acción del Clima de San Francisco y tras unos días de reflexión, la repercusión que ha parecido tener en el ciudadano medio ha sido más bien pobre.
Desde luego, anuncios no han faltado durante la convención: decenas de filantrópicos que se han comprometido con 4.000 millones de dólares a luchar contra el cambio climático en los próximos cinco años, algunos gigantes corporativos que lanzan nuevos programas para limitar la deforestación, como recoge el medio de noticias, New York Times, etc.
Sin embargo, llevará tiempo comprobar el efecto de todas estas iniciativas aisladas y los científicos avisan de que no hay tiempo que perder.
Ya el jueves pasado un grupo de investigadores elaboraron una hoja de ruta firmada por 20 compañías y más de 300 consejeros delegados. El objetivo se ciñe en el Acuerdo de París de reducir el riesgo del cambio climático, si los gases con efecto invernadero alcanzan su máximo en 2020, se reduce a la mitad para el 2030 y se vuelve a reducir a la mitad de nuevo para el 2050.
La hoja de ruta alerta de que aunque existen medios tecnológicos, es factible y económicamente es atractivo, pero la humanidad no está haciendo los deberes.
Durante la cumbre del cambio climático, se ha comprobado que a pesar de que el presidente de los Estados Unidos prometió desvincularse del Acuerdo de París, algunos políticos estadounidenses liberales de las grandes ciudades, como por ejemplo de Washington o Nueva York, muestran su preocupación sobre el medio ambiente, como apunta el diario neoyorquino.
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