
Cómo vamos a pretender que la gente cambie sus hábitos para reciclar cuando ni siquiera se molesta en levantar la tapa para tirar la basura en el contenedor.
La primera bolsa lila era de un chico adolescente que por norma tira las bolsas de basuras perfumadas encima del contenedor y nunca levanta la tapadera, para qué molestarse. La vanidad de cuidar su aspecto no trasciende a cómo mantener el entorno en el que vive.
La otra protagonista que contribuyó a sumar más bolsas encima del contenedor y en el suelo fue una mujer de unos treinta años.

Lo más curioso de esta imagen urbana es que los contenedores de la foto estaban vacíos y limpios pues era la primera hora de la mañana en pleno fin de semana.
Si la dejadez es generalizada, de qué sirve el dinero gastado en campañas de reciclaje si no consigue cambiar los hábitos del ciudadano medio. Una vez más, la única forma para convencer a la mayoría de los ciudadanos pasivos y obtener de ellos un cambio de comportamiento es a través de multas.
Hasta que el español no tome conciencia de ensuciar menos y reducir residuos en las calles, no conseguiremos llegar a la siguiente fase que es depositar en el sitio debido la basura que generamos.
Una respuesta a «La basura madrileña que no pasa de la tapa del contenedor»