
Llevamos unas semanas de incendios devastadores en muchas comarcas de España. Miles de hectáreas de terreno y vida sucumben a las llamas en Zaragoza, Jaén, Castellón, Guadalajara, Huelva, Gran Canaria y acabamos de empezar el verano.
La falta de medidas de prevención se paga con desesperación por salvar lo que se puede. Los bomberos arriesgan su vida y trabajan sin apenas descanso. Es desgarrador para quien aprecia el tiempo que requiere que crezca un árbol, los animales que viven en el monte, para quien se dedica toda una vida a cuidar su ganado, sus tierras y sus hogares.
Esta semana se aprobó una reforma de la Ley de Montes, en la que de forma excepcional se pueden recalificar las tierras que han sido destruidas por el fuego cuando concurran razones “imperiosas” de interés público. Lamento que esa ley dejará abierta una vertiente económica inmediata donde la especulación entra en juego y no hace frente al cuidado preventivo de mantener la naturaleza, la belleza del campo y la vida campestre de sus gentes. Continuar leyendo «Media España en llamas y sólo es julio»